El racismo en las sociedades y su impacto en la aplicación de los Derechos Humanos

Ensayo sobre el Racismo y los Derechos Humanos… (Esto no va de diseño)

Introducción

Este ensayo se basa en La question raciale devant la science moderne¹, publicado por Claude Lévi-Strauss en el folleto divulgativo de la UNESCO en el año 1952, en el cual expone una serie de puntos sobre la historia, el progreso de las culturas y la diversidad cultural y en el que hace una profunda reflexión y explicación sobre la relación existente entre el auge y diferenciación relativa de una cultura, las razas, la etnicidad, la geografía, el tiempo y la historia de las sociedades. (Textos recogidos en el libro De lo lejano a lo próximo. Moreno Feliu. Páginas 406 a 437).

A continuación, se hace un ejercicio comparativo entre algunos conflictos raciales, en contextos geográfico-temporales diferentes, para relacionar más directamente estas situaciones con los puntos expuestos por Lévi-Strauss en dicha publicación. Utilizaremos las referencias necesarias para entender la relación entre varios acontecimientos históricos de grupos raciales, étnicos y sociales; de cómo estos se desarrollaron con determinadas características dentro del conjunto de sociedades que les albergaba y cómo cada situación ha afectado a su propia cultura y  su relación hacia otras, con la teoría de Lèvi-Straus sobre la noción de progreso dentro de un relativismo cultural y, por otro lado, partiendo de esta observación, hipotetizar sobre la posibilidad o imposibilidad de la aplicación de los Derechos Humanos Universales en el contexto actual y futuro.

Desarrollo

Retroalimentación cultural

En la mencionada publicación, Lévi-Strauss hace una crítica frontal al evolucionismo lineal de las culturas y al error histórico de Joseph A. de Gobineau² sobre su formulación de la doctrina racista como futuro instrumento de discriminación y opresión. Por otro lado, Lévi-Strauss expone que no todas las sociedades han evolucionado estrictamente a partir de una anterior en términos aislados, sino que dentro de ese mismo desarrollo existe una interacción entre culturas que enriquecen la evolución y el progreso de parte y parte. Este enriquecimiento se da gracias a la diversidad cultural propia y externa con el intercambio de hallazgos, de innovaciones, de lenguas, artes, tradiciones, comercio y demás ingredientes susceptibles de intercambio, entre estos el mestizaje de razas, es decir, una cultura siempre está expuesta a otra y, por consiguiente, su desarrollo y el de sus grupos sociales se ve influenciada por los avances y las aportaciones de las otras. Esto crea una permeabilidad recíproca y constante que acentúa los canales para el acercamiento entre diferentes culturas sumando conocimientos y destrezas que pueden impulsar y posicionar determinada sociedad en una lugar “diferente” en relación al resto. “…Yo traté de desplazar el centro de gravedad del problema. Si en ciertas épocas y en ciertos lugares unas culturas “se mueven” mientras otras “no se mueven” no es, dije, debido a una superioridad de las primeras, sino debido a que unas circunstancias históricas o geográficas han inducido una colaboración entre culturas no desiguales, sino diferentes” (Conversaciones de Lévi-Strauss con Didier Eribon³ (199:207) (Moreno Feliu. 2014:353). Al mismo tiempo, esta interacción transcultural puede tender hacia al particularismo, dando la espalda a una posible hibridación entre culturas o una homogeneización social interna. “En las sociedades humanas operan simultáneamente fuerzas que trabajan en direcciones opuestas: unas tienden a mantener, e inclusive acentuar, particularismos; otras actúan en el sentido de la convergencia y de la afinidad” (Lévi-Strauss. 1992)(Moreno Fliu. 2014:408). En ambos casos acentuando y refinando identidades culturales únicas y diferentes.

Roles y capas de relación

Dentro de esta dependencia de los “otros”, nos encontramos con la diversidad étnica, racial y social de cada cultura. La cual, metafóricamente hablando, como una cebolla añaden capas de complejidad en la lectura y la relación entre los diferentes estratos que la conforman. Refiriéndonos a la escala y las relaciones del individuo con su grupo social (capa interior) hasta y hacia su relación con la cultura y la civilización a la que pertenece (capa exterior).

A lo largo de la historia hemos visto que todas las sociedades están compuestas por grupos de diversos tipos: sociales, étnicos y/o raciales. Cada uno de ellos con un rol dentro de su estructura social: posición jerárquica, familiar, política, económica, etc. En algunas sociedades, este lugar suele ser preasignado y no autoasignado, es decir, se nace con ese derecho o deber. Rol que puede venir marcado por el origen étnico, religioso, de castas o de clases. Si bien puede no encajar dentro de ciertas estructuras occidentales “eurocentrista”, parece ser, desde la objetividad de la antropología y desde la propia de Lévi-Strauss, que estas preasignaciones son necesarias, o al menos irrenunciables, en muchas sociedades. Con esto se quiere recalcar que por más que implementemos los mecanismos políticos necesarios para lograr asegurar una igualdad, reconocimiento y dignificación de determinados grupos sociales, siempre habrá algunos más aventajados en relación a los otros, tal y como expone Lévi-Strauss en una dimensión mayor: en las culturas, sobre cómo tarde o temprano una civilización desarrollaría determinados avances tecnológicos, científicos o culturales, posicionándose en otro “nivel”, lo que quiere decir, que tanto pequeños grupos sociales como civilizaciones enteras viven y conviven en una constante carrera de progreso, retroalimentandose, imitándose y compitiendo, e inevitablemente posicionando a alguna de estas y sus gentes en ese “primer lugar” temporal, siempre en relación a las otras.

Según Lévi-Strauss no existe una única senda por donde transcurre la evolución cultural. Existen varios caminos evolutivos a lo largo del tiempo y la geografía por la que varias culturas se desarrollan en ritmos, velocidades y lugares diferentes. Llegando a coincidir en algunos hallazgos con decenas, cientos o miles de años de diferencia sin haber existido una transmisión de conocimiento directa entre estas: “Los antiguos mexicanos no desconocían la rueda, como se dice tantas veces; la conocían de sobra como para hacer animales con ruedecitas destinados a los niños; les hubiera bastado avanzar un poco más para poseer el carro” (Lévi-Strauss, 1952).

Extrapolando, lo anterior nos demuestra que tanto la noción del progreso cultural global como las coyunturas sociales más pequeñas y locales, pueden tener patrones similares y hasta universales, a pesar de las distancias espacio-temporales. Hablamos de considerar los diversos niveles de interconexión entre esas coyunturas y fenómenos sociales con el resto de actores a escala local y global, como indica Erik Wolf (Moreno Feliu. 2014:110). Volviendo a la cebolla, nos encontramos entonces con la diversidad de conflictos de su capa más interior. La historia nos muestra cómo la capa exterior oculta lo que sucede en las capas interiores hasta un punto insostenible, moral, política y económicamente, exteriorizando la putrefacción y arrastrando el mismo proceso de descomposición a las otras cebollas -culturas vecinas- hasta que todas se contaminan o hasta que una fuerza mayor exterior o interior, interviene y paraliza o erradica el proceso.

Casos históricos

En nuestra historia reciente tenemos varios casos “cebolla” que se exponen a continuación a fin de comprender las similitudes que puedan haber en cada caso e hipotetizar sobre cómo un fenómeno inicial local, consecuencia de una situación económica, socio-culutral, biológica o biológica forzada, como el caso de la “racialización”⁴ de los judíos alemanes, deriva en un cambio histórico de impacto considerable a escala local y global con las consecuencias geopolíticas consiguientes. Citamos aquí algunos momentos, puntos de partida para diversas líneas históricas, donde la raza, el racismo y el antirracismo han sido el eje central.

Alemania (República de Weimar). Año 1923.

Alemania vivía una de las peores crisis económicas de la historia, con una hiperinflación acumulada de varios millones de puntos porcentuales causada por los compromisos asumidos en el Tratado de Versalles después de la derrota en la Gran Guerra. Situación económica que fue achacada a la población judía que gozaba de una relativa mejor posición económica que el resto de los alemanes.

Washington D.C, Estados Unidos. 8 de agosto de 1963.

“I have a dream that my four little children will one day live in a nation where they will not be judged by the color of their skin but by the content of their character. I have a dream today.”

(Martin Luther King. 1963)

Escucha el discurso original (17 min)

. Cien años antes, el 1 de enero de 1863, Abraham Lincoln promulgaba la abolición de la exclavitud en Estados Unidos. Demuestra que durante más de cien años la población afrodescendiente de Estados Unidos no gozó de los mismos derechos que el resto de los estadounidenses, principalmente acceso a la educación y la salud. 

Kigali, Ruanda. Julio de 1993.

“The graves are not yet full”⁶. Radio Telèvisión Libre des Mille Collines. En 1993 se fundaba la Emisora de Radio Televisión Libre de las Mil Colinas) responsable de la transmisión sistemátizada y auspiciada por el gobierno militar de facto, con mensajes de odio y llamados a la aniquilación de todos los Tutsi por parte de la la etnia Hutu.

Si analizamos estos tres hitos históricos, podemos observar que los protagonistas son grupos étnicos, raciales y religiosos, no siempre minoría, que formaban parte importante de la estructura sociocultural de sus respectivas naciones. En los tres casos, los tres grupos sociales: afrodescendientes americanos, los judíos alemanes y los tutsi ruandeses, fueron señalados durante años y decadas por los “otros” como los “otros”. En unos casos como los “primitivos”, en otros como los “impuros” y en otros como los “demonios”.  Los desenlaces son harto conocidos con patrones comunes: 1) la confrontación y posterior rebelión, ejecución o aniquilación de un grupo social y/o racial,  2) la “otredad” dentro de una misma sociedad, y 3) todas son sociedades pertenecientes, configuradas o influenciadas dentro del marco del racismo y/o “clasismo” con sello y herencia euroccidental.

Los días después 

Los genocidios ruandes y judío, son un claro ejemplo antropológico de asimilación. A pesar de suceder en geografías, tiempos y por causas diferentes, ambas circunstancias se generan con patrones similares, donde sus verdugos y seguidores aplican la antropoemia⁷ A pesar de todo, estos hechos han generado una catarsis intelectual y política a nivel mundial, necesaria para que el rumbo de nuestra civilización tomara otra dirección. A raiz del Holocausto judío se constituyó un nuevo pais (Israel en 1948)⁸. A raiz de genocidio ruandes pudimos ver que en la decada de 1990, existían sociedades que no establecían del todo un contacto con el resto del mundo y que la información, el acceso a esta, podía y puede seguir estando limitada para algunos y en manos de otros a favor de interéses particulares. Vemos también que pueden pasar cien años entre una proclama de abolición de esclavitud y un celebre discurso exigiendo esa verdadera y total abolición. Y, que aún teniendo una representación presidencial y racial, cuarenta años después (Barack Obama)⁹, no ha sido suficiente para eliminar el concepto peyorativo de raza como condicionante dentro del país “más desarrollado” y heterogéneo en términos raciales y culturales del mundo. 

Cada caso demuestra que, efectivamente, cada sociedad se desplaza y desenvuelve a velocidades diferentes. Unas más ágiles que otras en cuanto a la adaptación de sus nuevos modos de vida, el aprendizaje, el intercambio y la permeabilidad con otras. Vemos también como la herencia cultural y el azar juegan un doble papel en esa velocidad. Para unas son un lastre y para otras propulsores. En esta relativización es difícil obviar las grandes diferencias políticas, tecnológicas, económicas y culturales que existen entre Israel, Estados Unidos y Ruanda. Cada país, cada una de estas sociedades, con sus dimensiones, sus gentes e historias particulares han construido una sólida identidad cultural donde sus capítulos oscuros, el momento de la cebolla podrida, han dado pie a nuevos proyectos socioculturales y a otro tipo de carácter en sus relaciones hacia dentro y hacia afuera con el resto de la humanidad.

Conclusiones

A pesar de que estos hechos están registrados, documentados e incluidos dentro de la educación e información de futuras generaciones con el fin de evitar que se repitan, seguimos estando lejos de erradicar ese tipo de prácticas de barbarie. En el marco de los Derechos Humanos, la única manera plausible de hacer valer unos derechos universales, verdaderos, para todos los seres humanos, donde la compatibilidad y aceptación del emisor y el receptor, quien da y quien recibe, tanto sus libertades, tradiciones, creencias, costumbres, errores y aciertos, los de sus individuos, sus grupos sociales y los de su cultura-nación, sean aceptados, tolerados y asimilados por un lado y por el otro, sería solo posible en el contexto de esa única Civilización Mundial forjada por una coalición de culturas a escala mundial como expone y cuestiona Lévi-Strauss (1952) (Moreno Feliu. 2014:436) enfrentándonos a la paradoja de si es posible alcanzar un punto donde la civilización humana, rica en diversidad cultural, pueda mantenerse al mismo tiempo en su estado, y estadio, más homogéneo. 

Dicho esto, pareciera obvio que podemos apelar a la memoria histórica universal a fin de identificar, actuar y eliminar poco a poco, patrones sociales a escala local y global que sugieran posibles prácticas de segregación racial, persecuciones religiosas y otro tipo de actuaciones que nos aproximen a un próximo genocidio. Podemos citar un par de ejemplos. Tenemos el caso de la persecución de los cristianos asirios en Irak y Siria, y coptos egipcios en Libia por parte del Estado Islámico¹⁰ durante los años 2014 y 2015. Como también la presunta persecución en el 2018 de la minoría étnico-religiosa musulmana de los Uigures en la región de Sinkiang, China, donde unos tres mil musulmanes han sido detenidos y obligados a formar parte de un programa en campos de “reeducación cultural”. Parece ser que la humanidad no logra cambiar algunas conductas propias de siglos pasados, como si no hubiese historia, o todo lo contrario, como si la historia nos dijera que si esto ha sucedido antes se puede repetir una y mil veces.

Por tanto, siendo antropológicamente aceptado que exista una disparidad relativa entre sociedades y/o civilizaciones, unas más “aventajadas” que otras y, que para alcanzar esa posición puedan apreciarse una diversidad de fenómenos internos, unos entendidos como avances y otros como retrocesos sociales, por ejemplo la segmentación de grupos sociales y étnicos antes mencionados como parte intrínseca de un proceso evolutivo, como conjunto de nación, cultura o civilización y, sabiendo que según Lévi-Strauss la humanidad se maneja y proyecta en dos direcciones y en dos planos simultáneamente, uno entre la unificación y la diversificación cultural, y el otro entre el hacer y el deshacer de sí misma, entonces el ideal de alcanzar una civilización universal, única, dista mucho de ser un escenario donde podamos disfrutar de ese punto óptimo de diversidad (Lévi-Strauss. 1952) (Moreno Feliu. 2014:404). 

¿Podrán ser algún día, los Derechos Humanos, universales?.


Referencias

¹ ”La cuestión racial ante la ciencia moderna”.

² Joseph A. de Gobineau. Francia 116 – 1882. Considerado el padre de la demografía racial. Sus obras fueron uno de los primeros ejemplos de racismo científico.

³ Didier Eribon. Sociólogo, filósofo, educador y periodista francés.

⁴ Racialización. Término no incluido en el diccionario de la Real Academia Española pero utilizado para asociar alguna persona, animal o cosa a una raza.

“I have a dream that my four little children will one day live in a nation where they will not be judged by the color of their skin but by the content of their character. I have a dream today.” 

“Las tumbas no están llenas aún”

Antropoemia. (del griego emeín, “vomitar”) “…consiste en expulsar a esos seres temibles fuera del cuerpo social, manteniéndolos temporal o definitivamente aislados, sin contacto con la humanidad, en establecimientos destinados a ese uso” (Lévi-Strauss: Tristes Trópicos: 390).

Estado de Israel fue formalmente creado en el 14 de mayo de 1948 por resolución de la ONU.

Barack Obama. 44º presidente de Estados Unidos entre el 2009 y 2017, de padre Keniata (Barack Obama Sr.)y madre antropóloga americana (Anne Dunham).

¹⁰ Estado Islámico o Daesh. anteriormente Estado Islámico de Irak y el Levante, grupo terrorista de naturaleza fundamentalista yihadista wahhabita, autoproclamado califato. (Wikipedia)

Bibliografía:

Moreno Feliu, P. 2014: De lo lejano a lo próximo. Un viaje por la antropología y sus encrucijadas. Madrid, Editorial Universitaria Ramón Areces.

Harenberg. B. 1984. Crónica de la Humanidad. La historia universal contada día a día. Madrid. Plaza & JAnes Editores.

Fuentes:

BBC News Mundo. 2018. Quiénes son los uigures, la etnia que China está deteniendo en «campamentos de reeducación»

NPR. 2010. I Have A Dream’ Speech, In Its Entirety.

Genocide Archive of Rwanda. 2015. Transcripts from the UN International Criminal Tribunal for Rwanda archives.


Por: Iván Vidal Toro. 

Para: Antropología Social y cultural I. UNED. Prueba de Evaluación Continua

Prof. Paz Moreno Feliu / Tutora: Maria Patiño Die

09 de enero de 2022