Ruedas, Sex appeal y CMF.

Una vez me dijo un colega: “cualquier cosa con ruedas es divertida”. Cierto es. Y más cuando se nos cruza por delante ese objeto que alimenta nuestro wanna be.

Cómo las olas revueltas en la desembocadura de un río al mar, una playa de esas que no sabemos si el agua es salada o dulce, fría o caliente, se enfrentan estas dos exquisiteces del diseño industrial. Esta vez hablamos de un par de lienzos en blanco, sobre ruedas, esa experiencia que supone diseñar una moto. Hablemos de CUBUS y HOPE.

Lo primero a destacar es la cromática y los materiales de estas dos motos. Estas antípodas de la morfología solo tienen en común el negro y el metal puro, y por supuesto, dos ruedas. El resto es una oda a la infinidad de formas y emociones que se pueden alcanzar sobre un mismo lienzo por medio de los acabados. La gran virtud del diseño. 

HOPE

Cortesía: The Pack News. Sam Aguiar

Comencemos con HOPE, diseñada por Samuel Aguilar (Francia). Hope es una moto eléctrica diseñada y construida sobre la plataforma del scooter Vectrix V1. Es decir, un proyecto de diseño de pura estética artesanal, materiales y mucho feeling. Lo que decimos, diseñar la piel. Pero qué piel. 

Hope es una piedra de río, casi no tiene aristas ni cantos sobresalientes. Es puro volumen y superficie curva. De tener pelaje sería como el lomo de un caballo, todo un animal. En contraste, es dura y fría pero su “shape” la convierte en una de las motos más suaves de contemplar. Podemos imaginar cómo fluye el aire y el agua sin ninguna resistencia, salvo la del pecho del piloto.

Su acabado es alegórico a la aviación de los años 30 del siglo pasado, con los famosos “rivets” -remaches- a la vista. Además, el contraste entre el brillo cromado y el negro mate, le da ese carácter industrial de una moto dura a pesar de ser una pieza única hecha artesanalmente.

En resumen, un lenguaje formal muy retro sobre una plataforma de moto eléctrica del presente. Primer choque de olas.


CUBUS

Ahora vamos con la CUBUS (diseñada por Slavo Danko. Eslovaquia). CUBUS nos parece ser la tostadora de Free Spirit Motorcycles más sexy que hemos visto sobre ruedas. Oh yeah!

Cortesía: Freespiritmotorcycles.com / Slavo Danko

Slavo Danko se inspiró en sus tiempos de motocross en por allá en los años 80. Sobre la plataforma de una Suzuki GN 250 elaboró lo que a simple vista me parece una Master Piece. Como cualquier moto, su vista lateral se convierte en el lienzo perfecto para todo diseñador y espectador. Cuando hablamos de motos, todo diseño debe explotar al máximo su asiento, el manillar, el depósito, etc. y CUBUS no es la excepción.

Cortesía: Freespiritmotorcycles.com / Slavo Danko

La paradoja de su atractivo diseño está en lo cuestionable de su ergonomía, incluso su seguridad. Ver esta moto, estática, posando en un estudio fotográfico, es como contemplar un atardecer en el lago de Como, pero solo imaginar la sensación de conducirla a 140km/h da algo de vértigo. CUBUS tiene aristas, es dura al tacto y la vista, , además es de gasolina, echa humo y ruge. Es muy industrial, pero al mismo tiempo, su minimalismo la hace sexy, muy sexy. 


Color, Material and Finish – CMF

Es evidente el contraste entre ambas. Y de esto se trata este artículo. 

Si nos centramos en su cromática, materiales y acabados (CMF) es fácil identificar la gama cromática (Color Chart) y los materiales utilizados. Se podría decir que son el resultado de un mismo Workshop de alguna universidad de diseño para un fabricante que aporta los materiales y el chasis. Pero cuando hablamos del feeling, de la emoción que transmite el lenguaje formal de cada uno y en todas sus combinaciones posibles, con estos acabados, el asunto cambia. Cada uno podrá hacer su ejercicio de combinación de acabados, cambio de materiales, brillos, texturas y otros etceteras sobre estos dos lienzos, y habrá miles de resultados pero la forma, de lo curvo a lo recto, no es inconexo al sex appeal que provocan estos objetos de deseo. Para los amantes de las motos, esto puede ser un juguete o un insulto más, pero como demostración y ejercicio de observación de diseño parece fantástico.

CUBUS es cúbica, geométrica, ortogonal, industrial, saltadora, ruidosa, humeante.

HOPE es suave, volumétrica, fluida, silenciosa, resbalosa y adherida al suelo. 

El valor del CMF

  1. Infinidad. Destacar la gran virtud de los diseñadores al lograr por medio del CMF millones de posibles soluciones morfológicas y emocionales partiendo de un mismo lienzo. El ejemplo habla por sí solo.
  2. Indivisible. La cromática no lo hace todo. Puede que sea más efectivo dar forma a las cosas, definir su morfología y luego aplicar la cromática y los acabados. Pero, en todo caso, es necesario jugar con la forma y la apariencia simultaneamente. Es un ejercicio que viaja en paralelo. 
  3. Empatía. Este juego de diseño y definición del CMF permite alcanzar la expresividad, el carácter, la personalidad del producto y la conexión con nosotros, el sex appeal. No cualquier rueda hace que las cosas sean sexys o divertidas, es el conjunto entero. Lo importante es lograr conectar a la persona con el objeto y convertirlos en uno solo. Más cuando hablamos de motos que traen ya ese espíritu de conexión.

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